¿Qué son los Elevadores Manuales de Cadena?
Un elevador manual de cadena es un dispositivo que utiliza el principio de la polea para elevar cargas pesadas con poco esfuerzo.
Los elevadores manuales de cadena suelen instalarse en los almacenes de las fábricas, ya que utilizan cadenas para elevar las cargas y, por tanto, pueden levantar incluso cargas muy pesadas. Como se elevan manualmente, la altura de elevación puede ajustarse ligeramente, pero el peso que puede elevarse es menor que con los polipastos de cadena accionados eléctricamente.
Usos de los Elevadores Manuales de Cadena
Los elevadores manuales de cadena se utilizan cuando es necesario elevar objetos pesados. Se utilizan en centros de distribución a los que se envían constantemente cargas pesadas, y en aplicaciones como la carga de camiones para su envío desde fábricas y la descarga para envíos entrantes.
Los elevadores manuales de cadena se accionan manualmente, por lo que no necesitan una fuente de alimentación, son portátiles y pueden utilizarse en obras al aire libre. Otros usos incluyen la eliminación de raíces tras la tala de árboles, para lo que se monta un trípode especial alrededor de las raíces y se fija el elevador manual de cadena a la parte superior del trípode. A continuación, la cadena se sujeta al tocón y se tira lentamente hacia arriba, lo que la convierte en una herramienta muy eficaz para la eliminación de tocón y raíces difíciles.
Principio de los Elevadores Manuales de Cadena
El bloque de un elevador manual de cadena representa una polea, y el uso de una polea hace posible levantar incluso cargas pesadas que no pueden ser levantadas por seres humanos.
El principio de la polea significa que cuantas más poleas se utilicen, menos fuerza se necesitará para levantar. En otras palabras, si se utilizan dos poleas, la fuerza necesaria para levantar una carga se reduce a la mitad, y si se utilizan tres poleas, la fuerza necesaria se reduce a un tercio. Por otro lado, la longitud de la cadena de la que hay que tirar para levantar la carga se duplica y triplica respectivamente.
Sin embargo, con las poleas, incluso después de levantar la carga, ésta sigue intentando caer, por lo que hay que seguir sosteniéndola. Para facilitar su uso, es importante que la carga se mantenga en posición sin fuerza una vez elevada. Por este motivo, los elevadores manuales de cadena utilizan un dispositivo basado en el principio de la polea pero con engranajes, de modo que la carga, una vez elevada, permanece a esa altura sin caer, lo que permite realizar un trabajo eficaz.