¿Qué es un Tanque de Presión?
Los tanques de presión son básicamente depósitos que mantienen la presión por encima de la presión atmosférica. Sin embargo, no sólo almacenan gases, sino a veces también líquidos. Los líquidos no son agua corriente, sino fluidos a temperaturas ultrabajas como el oxígeno líquido o el nitrógeno líquido.
Éstos son gases a temperatura ambiente, por lo que necesitan soportar una presión interna para almacenarse en estado líquido.
El hecho de que la presión del gas sea superior a la atmosférica significa que si el tanque de presión se destruye, por ejemplo, el tanque se destruirá en un instante debido a la liberación de la presión.
Por este motivo, los tanques de presión a partir de una determinada presión o capacidad se regulan como Recipientes a Presión de Clase II o Clase I.
Usos de los Tanques de Presión
Los tanques de presión se utilizan en muchos lugares, desde fábricas en general hasta plantas químicas. Por ejemplo, el depósito receptor del aire comprimido de un compresor es también un depósito a presión. Al mantener la presión temporalmente, se reducen las fluctuaciones de presión causadas por el consumo de aire.
La industria siderúrgica, por ejemplo, que utiliza grandes cantidades de gases nitrógeno y oxígeno, también dispone de tanques para almacenar oxígeno líquido y nitrógeno líquido.
Estos tanques contienen líquido en su interior, pero como el nitrógeno líquido y el oxígeno líquido son gases a temperatura ambiente, deben soportar la presión si se quieren almacenar en estado líquido. También tienen una doble capa exterior para aislarlos.
Principio de los Tanques de Presión
La mayoría de los tanques de presión son de metal, como SS400 o SUS304; algunos son de resina, como FRP, pero la mayoría son de metal porque es difícil fabricar tanques de gran capacidad.
Los tanques de presión se componen básicamente de una parte llamada placa de cuerpo y otra llamada placa de espejo.
Es importante tener en cuenta que el concepto de resistencia de la parte soldada depende de la especificación y la inspección de la unión soldada. Por ejemplo, si la soldadura se somete a una prueba de radiación al 100%, se puede considerar que la resistencia de la soldadura es de 1,0, es decir, la misma que la del metal original, pero si no es así, la resistencia será menor.
Esto hace que la chapa sea más gruesa, pero hay que tener en cuenta el coste y el esfuerzo de las pruebas y hasta qué punto deben realizarse.
También hay que tener en cuenta otras consideraciones, como la presión interna y externa. Básicamente, los métodos de cálculo para la presión interna y la presión externa difieren, y el grosor de la placa es mayor para la presión externa.
Si los cálculos son erróneos, ambos pueden provocar la destrucción: rotura en el caso de la presión interna, y aplastamiento en el caso de la presión externa.
Para evitar estos accidentes, pueden preverse válvulas de seguridad y válvulas de ruptura de vacío.