¿Qué son las Transmisiones?
Una transmisión es la caja de cambios de un vehículo. Existen dos tipos principales de transmisiones, denominadas respectivamente transmisión manual (MT) y transmisión automática (AT).
En los vehículos equipados con transmisión manual, el conductor debe cambiar manualmente las marchas y manejar el vehículo él mismo. Los vehículos equipados con transmisión manual se denominan vehículos de transmisión manual o coches manuales.
En contraste con los coches manuales, los coches con transmisiones automáticas y cambios de marcha automáticos se denominan coches automáticos.
Usos de las Transmisiones
Las transmisiones sirven para transmitir la fuerza motriz del motor a los neumáticos. Las transmisiones pueden hacer que los vehículos consuman menos combustible y sin sobrecargar el motor cambiando de marcha según la velocidad del vehículo y las condiciones de la carretera.
En concreto, al conducir cuesta arriba, la transmisión cambia a una marcha inferior para reducir la velocidad. Esto permite que el vehículo suba colinas con potencia.
Por otro lado, cuando se circula por carreteras llanas, la transmisión puede cambiar a una marcha superior para una conducción más rápida y suave.
Principios y Características de las Transmisiones
Como ya se ha mencionado, existen dos tipos de transmisiones: las automáticas y las manuales. En este apartado se describen los principios y características de cada una de ellas.
Los vehículos con transmisión manual están equipados con un pedal de embrague. Este pedal de embrague se utiliza para cambiar de marcha en los vehículos con transmisión manual. En concreto, al pisar el pedal del embrague, se interrumpe la transmisión entre el motor y la caja de cambios, y la fuerza motriz del motor deja de transmitirse a la caja de cambios. En este estado, la palanca de cambios se acciona manualmente para cambiar de marcha. La transmisión entre el motor y la transmisión se restablece entonces volviendo a pisar el pedal del embrague, y la fuerza se transmite del motor a las ruedas a través de la transmisión.
Los vehículos de transmisión automática también están equipados con cambio de marchas, pero no disponen del pedal de embrague de los vehículos de transmisión manual. Los vehículos de transmisión automática pueden cambiar de marcha automáticamente seleccionando la marcha más adecuada para la velocidad, el régimen del motor y el pedal del acelerador. Los vehículos de transmisión automática pueden cambiar de marcha sin tener que utilizar el pedal del embrague para interrumpir la transmisión entre el motor y la transmisión. Los coches automáticos tienen un dispositivo llamado convertidor de par que, en lugar de un embrague, se encarga de transferir la fuerza motriz del motor a la transmisión.