¿Qué es la Salicilamida?
La salicilamida tiene la estructura “Fórmula molecular: C7H7NO2”, con un punto de fusión de 140-144°C y un punto de ebullición de 270°C. A temperatura ambiente, se presenta en forma de cristales blancos o polvo cristalino.
La salicilamida es un tipo de antiinflamatorio no esteroideo que reduce la fiebre, la hinchazón y el dolor. También tiene propiedades antipiréticas y analgésicas similares a las de la aspirina.
La salicilamida y otros fármacos “no esteroideos” actúan impidiendo la producción de sustancias (bradiquinina) que el organismo produce en caso de fiebre, hinchazón y dolor, y que causan fiebre e inflamación. Esto permite aliviar el dolor y reducir la inflamación.
Por lo tanto, los AINE como la salicilamida son medicamentos sintomáticos y no pueden curar la causa del dolor, la fiebre o la inflamación en sí.
Usos de la Salicilamida
La salicilamida es un tipo de antiinflamatorio no esteroideo, por lo que se utiliza en muchos medicamentos de venta libre que se administran por vía oral, como analgésicos, antipiréticos y medicamentos para el resfriado.
La salicilamida también se utiliza en medicamentos para el resfriado. Sin embargo, las proporciones de los ingredientes son ligeramente diferentes de las de los medicamentos de venta libre.
Entre los posibles efectos secundarios del uso de salicilamida se incluyen la función plaquetaria anormal, el riesgo de agravar el asma y el agravamiento de úlceras pépticas como las úlceras gástricas. También puede afectar a la función renal y hepática, aunque se trata de efectos secundarios menos probables. Por este motivo, la toma del fármaco requiere una atención cuidadosa.