¿Qué es un Vaso de Precipitados?
Son recipientes para líquidos, utilizados principalmente en experimentos de química.
Incluso las personas que no se dedican a la química o los estudiantes de departamentos de ciencias han utilizado vasos de precipitados al menos una vez en experimentos científicos en la escuela primaria u otros centros escolares.
El vidrio es el principal material utilizado, ya que no reacciona cuando se llena con productos químicos y puede almacenarse y agitarse fácilmente.
Sin embargo, además del vidrio, también existen vasos de precipitados fabricados con materiales como el cuarzo, el acero inoxidable y la resina plástica, que pueden utilizarse para diferentes fines.
Usos de los Vasos de Precipitados
Se utilizan para el almacenamiento temporal de productos químicos, la agitación para la mezcla de líquidos y la disolución de sólidos.
No son adecuados para el almacenamiento a largo plazo, ya que no tienen tapa básica, pero se utilizan para almacenar durante unas horas para la siguiente operación.
Para mezclar y disolver, se utilizan con un agitador magnético, que utiliza la fuerza magnética para remover el material.
Como la mayoría son de cristal, pueden romperse si se manipulan con brusquedad o se dejan caer. Hay que tener cuidado para garantizar la seguridad, ya que en ellos se guardan sustancias químicas peligrosas.
Principios de los Vasos de Precipitados
Gracias a su boca ancha, los vasos de precipitado están diseñados para facilitar la carga y descarga de productos químicos y la adición de sólidos como polvos.
En cambio, no son adecuados para pesar sustancias químicas. Aunque los vasos de precipitados están marcados con una escala, tienen un error numérico del 1 al varios por ciento y no deben utilizarse para pesar en experimentos químicos en los que se requiera un pesaje exacto.
Además de los vasos de precipitados normales, también se utilizan vasos de precipitados cónicos y vasos de precipitados altos, teniendo en cuenta los principios de los experimentos químicos.
Los vasos cónicos tienen la boca más estrecha que el fondo. Están diseñados para evitar salpicaduras cuando se añaden productos químicos desde arriba, como en las valoraciones de neutralización, y para facilitar su agitación manual.
Los vasos de precipitados altos tienen una circunferencia más estrecha y una estructura más alta que los vasos estándar. El cuerpo más alto evita que los productos químicos se derramen al agitarlos.
También son fáciles de colocar en equipos de calefacción, como calentadores de manto, lo que los hace adecuados para experimentos de calentamiento.