¿Qué son los Transmisores de Presión?
Los transmisores de presión desempeñan un papel crucial en la automatización de fábricas, ya que permiten el control y la supervisión automatizada de la presión, ahorrando mano de obra. A diferencia de los manómetros convencionales, los transmisores de presión transmiten la información de presión como una señal eléctrica, lo que posibilita su monitoreo y control remoto. Además, es posible visualizar la presión en tiempo real mediante una pantalla digital, lo que permite una verificación directa en el lugar. En resumen, los transmisores de presión son dispositivos indispensables en la industria actual, ya que facilitan el control, las alarmas y la supervisión eficiente de la presión en entornos automatizados.
Usos de los Transmisores de Presión
La instalación de transmisores de presión es fundamental en situaciones en las que se requiere un control preciso de la presión. Por ejemplo, son ampliamente utilizados en depósitos que albergan altas presiones o en válvulas de control encargadas de regular la presión.
Estos dispositivos permiten visualizar de forma continua la presión actual mediante una señal eléctrica, lo que facilita el monitoreo constante. En particular, en depósitos a presión donde un aumento repentino de la presión podría resultar en un accidente grave, los transmisores de presión se utilizan para activar alarmas y detener el equipo antes de que sea necesario recurrir a una válvula de seguridad u otro mecanismo similar. De esta manera, los transmisores de presión desempeñan un papel crucial en la prevención de situaciones peligrosas y en la protección de la integridad de los equipos y el personal involucrado.
Principio de los Transmisores de Presión
La estructura de un transmisor de presión difiere significativamente de la de un manómetro. A simple vista, un transmisor de presión parece ser un dispositivo cilíndrico, pero en su extremo se encuentra un diafragma, una membrana que desempeña un papel crucial. Este diafragma está equipado con un extensómetro que convierte la deformación del mismo en una señal de presión.
El diafragma suele estar fabricado en acero inoxidable, como el SUS 304, lo que garantiza su durabilidad. Al cambiar el material del diafragma, se puede adaptar su uso a una amplia variedad de fluidos en procesos industriales.
Al convertir la señal de deformación del diafragma en una señal analógica de 4-20 mA mediante el uso de una galga extensométrica, es posible medir los cambios continuos de presión de manera precisa.
Es importante destacar que los transmisores de presión se encuentran normalizados en función de los rangos de presión específicos para los cuales han sido diseñados. Por ejemplo, si un transmisor de presión no puede medir el vacío, su indicador mostrará simplemente “0”, sin importar el grado de vacío que se esté generando.
Además, es fundamental desarrollar un software que asegure que, en caso de que el transmisor de presión funcione incorrectamente o se desconecte, el equipo no se dirija hacia situaciones peligrosas. Esto garantiza la seguridad y evita posibles accidentes.