¿Qué son las Láminas Disipadoras de Calor?
Una lámina disipadora de calor es una lámina que transfiere calor con facilidad (buena conductividad térmica) y a veces se denomina lámina conductora de calor.
A menudo se utilizan materiales de resina como la silicona y la poliolefina, y algunas láminas contienen polvo fino de metal, llamado relleno metálico, para mejorar la conductividad térmica. Recientemente, las láminas disipadoras de calor de fibra de carbono, comúnmente conocidas como láminas disipadoras de calor a base de carbono, también están en auge.
Cuando se mantiene la conductividad térmica pero se requiere aislamiento eléctrico, puede incluirse polvo fino de cerámica, denominado relleno cerámico, para proporcionar aislamiento eléctrico.
Usos de las Láminas Disipadoras de Calor
Las láminas disipadoras de calor se utilizan en una amplia gama de productos, no sólo en ordenadores personales y electrodomésticos, sino también en equipos de análisis, etc. Además de en componentes electrónicos que generan mucho calor, como las CPU, las láminas disipadoras de calor también se utilizan para elevar la temperatura de objetos que están desnivelados, gracias a sus características blandas.
Además de fijarse directamente al objeto a disipar y disipar el calor al aire a través de las láminas disipadoras de calor, también pueden utilizarse para enfriar eficazmente el objeto fijándolas entre la sustancia a disipar y una aleta disipadora de calor metálica de alta conductividad térmica, como aluminio o cobre, denominada disipador de calor.
Principio de las Láminas Disipadoras de Calor
Además de los disipadores de calor, otros dispositivos para la disipación de calor son los disipadores de calor, los tubos de calor y los bloques disipadores de calor, que están hechos principalmente de metal y tienen una conductividad térmica superior a la de los disipadores de calor. Sin embargo, al ser de metal y duros, no se adhieren bien al objeto que se quiere calentar, y el aire que entra entre ellos puede provocar una mala conducción del calor.
Las láminas disipadoras de calor pueden aumentar la adherencia entre el objeto y la propia lámina, por lo que pueden colocarse entre el disipador de calor metálico y la sustancia a disipar, aumentando así la eficacia del agotamiento del calor.
Además de las láminas disipadoras de calor, también puede utilizarse grasa disipadora de calor para mejorar la adherencia. La conductividad térmica es alta porque la grasa disipadora de calor se adhiere a las finas irregularidades de la superficie, por lo que no se permite la entrada de capas de aire, y la conducción del calor se mejora aún más con la grasa que contiene cargas metálicas. Sin embargo, la grasa tiene una gran variación en el espesor aplicado, lo que también provoca variaciones en la conductividad térmica. En cambio, las láminas disipadoras de calor se aplican simplemente, por lo que no hay variación de espesor y la conductividad térmica es estable.