¿Qué es un Sensor Visual?
Los sensores visuales se utilizan generalmente para reconocer objetos extrayendo características como la posición, el tamaño, la forma y el color del objeto que se va a medir, tras eliminar los componentes de ruido, etc., de la señal de imagen captada por una cámara de vídeo y digitalizar la señal.
Un ejemplo del uso de los sensores visuales es la inspección visual de productos y otros objetos. Normalmente, la inspección visual de productos la realizan trabajadores experimentados, pero se trata de una tarea extremadamente difícil, ya que el trabajo se realiza manteniendo la concentración durante un largo periodo de tiempo.
En este tipo de inspecciones del aspecto de los productos, el uso de sensores visuales para captar imágenes del producto y compararlas con datos sobre productos normales preparados de antemano permite realizar inspecciones de gran precisión en un breve periodo de tiempo.
Usos de los Sensores Visuales
Los sensores visuales se utilizan actualmente en diversos campos. En la industria, se están introduciendo en sistemas que sustituyen a la inspección visual.
Como ya se ha mencionado, se aplican a las inspecciones visuales para comprobar arañazos y defectos y a las inspecciones de presencia/ausencia para contar cantidades y comprobar si faltan elementos. En combinación con la tecnología avanzada de análisis de imágenes, también se ha realizado la identificación de caracteres y la medición tridimensional.
El sistema también se utiliza para comprobar arañazos y manchas en la superficie de productos metálicos, de madera y resina, la forma externa y las manchas de productos alimenticios y objetos extraños, así como para detectar el estado de montaje de componentes y fallos de soldadura en placas de circuitos impresos, y para comprobar objetos extraños y arañazos en semiconductores.
Principio de los Sensores Visuales
Los sensores CCD y CMOS son elementos utilizados como sensores de imagen.
Los sensores CCD utilizan fotodiodos capaces de detectar la luz y convertirla en tensión.
Los fotodiodos tienen la propiedad de convertir la luz en tensión. La tensión convertida se amplifica. Ésta se recoge y se emite como un único dato de imagen.
Los sensores CMOS, por su parte, utilizan fotodiodos de forma similar, pero los datos convertidos en tensión de cada píxel se recogen y se emiten como un único dato de imagen una vez eliminado el ruido.
Tradicionalmente, los sensores CCD se utilizaban principalmente por razones de rendimiento y coste, pero en la actualidad están siendo sustituidos por sensores CMOS debido a sus mejores prestaciones.
Los datos de imagen extraídos de un sensor CCD o CMOS se convierten en datos digitales, que a su vez se convierten en datos almacenados bajo el control de un controlador de control del sistema, como un ASIC, y se transfieren a la memoria.
Generalmente, los datos de imagen almacenados en la memoria se utilizan para procesar los datos de imagen con diversos fines y aplicaciones. Por ejemplo, se supone que características como el tamaño, el color y la forma de la imagen pueden extraerse y compararse con datos de referencia para una inspección visual.