¿Qué es un Termómetro?
Los termómetros son instrumentos que se utilizan para medir la temperatura de un objeto. Existen varios tipos de termómetros comunes, entre ellos los de vidrio, los bimetálicos y los de radiación.
Los termómetros de vidrio se componen de un tubo de vidrio en el que se introduce mercurio o alcohol como líquido sensible a la temperatura. La precisión de estas mediciones depende del tipo de vidrio y líquido termosensible utilizado. Si se elige el termómetro adecuado para el objeto que se desea medir, se pueden obtener mediciones precisas y fiables.
Por otro lado, los termómetros bimetálicos son un tipo de termómetro de contacto que funciona mediante la expansión de metales. Aunque su precisión es ligeramente inferior a la de los termómetros de vidrio, son extremadamente duraderos y pueden medir las temperaturas de manera estable.
En cuanto a los termómetros de radiación, son una variedad que permite medir la temperatura sin necesidad de entrar en contacto directo con el objeto. Estos termómetros están ganando popularidad en diversos entornos de producción debido a su facilidad de uso y rapidez en la obtención de mediciones.
Usos de los Termómetros
Existen varios tipos de termómetros con diferentes especificaciones, como métodos y principios de medición. Cada uno tiene sus propias características y se utiliza a menudo, sobre todo en el sector industrial.
Por ejemplo, los termómetros pueden utilizarse para detectar la generación de calor en electrodomésticos y componentes electrónicos. Pueden utilizarse para detectar anomalías durante las pruebas e inspecciones de productos, haciendo así más eficaz el trabajo en comparación con las inspecciones visuales.
Las líneas de producción de las fábricas son otro campo de aplicación típico de los termómetros. Su uso en líneas de producción de alimentos para controlar las temperaturas durante los procesos de fermentación y tostado permite mantener y mejorar fácilmente la calidad.
Principio de los Termómetros
En los termómetros, el método de medición de la temperatura puede variar según el producto utilizado. Principalmente, existen dos tipos de métodos: el de contacto y el sin contacto, los cuales difieren en la forma en que detectan la temperatura de un objeto.
El método de contacto implica que la sección de medición del termómetro está en contacto directo con la superficie del sólido, líquido o gas que se desea medir (denominado “pieza de trabajo”). La temperatura se lee y mide a través de la conducción térmica en el caso de objetos sólidos o líquidos, y por convección en el caso de objetos gaseosos. Los termómetros que utilizan este método suelen ser de construcción sencilla y de bajo coste.
Un inconveniente del método de contacto es que puede haber una pérdida de calor desde la pieza de trabajo debido al contacto directo. Para resolver este problema, se utiliza el método sin contacto, que permite medir la temperatura sin tocar directamente la pieza de trabajo.
En el método sin contacto, se emplea la radiación emitida por la superficie del objeto sólido o líquido para leer su temperatura. Esto permite realizar mediciones rápidas, pero la precisión puede verse afectada debido a que la emisividad de la pieza de trabajo varía y debe ajustarse adecuadamente para obtener mediciones precisas.