¿Qué es un Tanque Químico?
Los tanques químicos son recipientes para almacenar productos químicos. Para almacenar productos químicos es necesario un recipiente, pero los líquidos son más reactivos que los sólidos y pueden tener fugas si hay un hueco, por lo que hay que utilizar un depósito especial para su almacenamiento. Además, como cada producto químico reacciona con materiales diferentes, no existe un tanque químico común que pueda utilizarse para todos los productos químicos, y se utilizan diferentes tanques para distintos productos químicos en función de sus propiedades.
En esta sección se explican los tipos y usos de estos tanques químicos y en qué casos son adecuados.
Usos de los Tanques Químicos
Los productos químicos se almacenan en depósitos especiales en laboratorios, etc., o en pequeñas botellas químicas para facilitar su uso en el caso de productos químicos como el etanol, que suelen utilizarse para la limpieza y no tienen efectos significativos en el cuerpo humano. Sin embargo, en el caso de las plantas de producción y transporte de productos químicos, se almacenan grandes cantidades de sustancias químicas, por lo que se necesitan grandes depósitos químicos que deben ser lo suficientemente resistentes para evitar daños y fugas.
Además de almacenar productos químicos, las plantas también los mezclan. A nivel de laboratorio, los tanques químicos se utilizan para el tratamiento de líquidos residuales, además de para almacenar productos químicos.
Principio de los Tanques Químicos
Los productos químicos se dividen a grandes rasgos en ácidos, álcalis y disolventes orgánicos. Los tanques químicos metálicos son fuertes y resistentes a los daños, pero son débiles frente a los ácidos y no son adecuados para almacenar, por ejemplo, ácido clorhídrico. Son muy resistentes a los disolventes orgánicos, pero los corroen los líquidos ácidos, como el ácido acético.
El vidrio se puede utilizar bastante, pero es un poco débil frente a los álcalis y se disuelve en ácido fluorhídrico, por lo que se utiliza excepto para álcalis y ácido fluorhídrico. Sin embargo, tiene el inconveniente de que se estropea con facilidad, por lo que no es un material preferido.
El material más utilizado es el polietileno, que es barato y tiene una excelente resistencia química y al impacto, y puede utilizarse con una amplia gama de ácidos, álcalis, disolventes orgánicos y flúor. Sin embargo, no es universal, ya que no es resistente a la acetona y otros productos químicos.
Un material que muestra resistencia química universal es el fluoroplástico, el llamado teflón, pero es caro y blando, por lo que no es adecuado como material para grandes tanques químicos.
Así pues, los tanques químicos se fabrican con distintos materiales en función de la naturaleza y el volumen de almacenamiento del producto químico.