¿Qué son los Engranajes?
Los engranajes son piezas mecánicas que transmiten potencia mediante perfiles de dientes. También se denominan engranajes. La potencia se transmite horizontal y perpendicularmente según la forma de los dientes.
El uso de engranajes para transmitir potencia elimina el deslizamiento que se produce con las correas trapezoidales. Esto resulta muy útil en situaciones en las que la sincronización de la transmisión es importante para la transmisión de potencia.
Combinando el tamaño y el número de dientes de los engranajes, es posible aumentar o disminuir el número de revoluciones. Esto permite hacer funcionar máquinas grandes con motores pequeños.
Usos de los Engranajes
Los engranajes se utilizan en muchos ámbitos de la vida cotidiana. Casi con toda seguridad se emplean en equipos de potencia que utilizan movimientos giratorios. Algunos ejemplos conocidos son los vehículos, como coches, motos y bicicletas, y los electrodomésticos, como relojes, ventiladores y aspiradoras. Otros ejemplos van desde las turbinas y soplantes de las centrales eléctricas hasta grandes máquinas como los aerogeneradores.
Por ejemplo, las bicicletas tienen engranajes llamados piñones. Mediante una cadena, la rueda trasera gira al girar los pedales, lo que permite a la bicicleta avanzar. Cambiando más los piñones, se puede cambiar de marcha, modificando la cantidad con la que se giran los pedales y la cantidad con la que se avanza.
Características de los Engranajes
La principal ventaja del uso de engranajes es que, como se ha mencionado anteriormente, no hay deslizamiento, por lo que la potencia se puede transmitir de forma fiable. También es posible sincronizar los tiempos. Sin embargo, con el tiempo y el uso, los dientes de los engranajes se desgastan y el espacio entre los dientes, conocido como holgura, aumenta. Esto no es un problema importante si la máquina funciona de forma continua y la carga es baja, pero si la máquina se pone en marcha y se para repetidamente o la carga fluctúa mucho, el juego puede causar ruidos anormales y problemas de funcionamiento. Se requiere un mantenimiento regular.
Suelen utilizarse dentro de reductores de velocidad, aprovechando que la aceleración y la deceleración pueden conseguirse cambiando el número y el tamaño de los dientes de los engranajes. El uso básico de los reductores de velocidad es mover grandes máquinas con motores pequeños reduciendo su velocidad. Esto se hace para reducir costes haciendo los motores más pequeños. En concreto, se puede reducir el coste del propio motor, así como los costes de funcionamiento, como los de electricidad y piezas de mantenimiento. Además, los lugares de instalación pueden hacerse más pequeños, por lo que los equipos pueden reducirse de tamaño.
Como los engranajes hacen contacto a través del metal, necesitan ser lubricados con aceite o grasa. Una lubricación deficiente aumenta el índice de desgaste y aumenta la frecuencia de sustitución. El método de lubricación debe seleccionarse teniendo en cuenta la capacidad del equipo y el lugar de instalación.