¿Qué es un Conducto?
Existen varios tipos de conductos, que varían en tamaño y material dependiendo de dónde se instalen y cómo se utilicen. Estos conductos se utilizan para la ventilación, el aire acondicionado y la evacuación de humos en edificios, así como en grandes máquinas para evacuar el calor interno y las impurezas. La elección del tipo de conducto adecuado depende de las necesidades específicas de cada instalación y los requisitos del proyecto.
Usos de los Conductos
Los conductos se emplean en la ventilación y climatización de edificios, permitiendo la circulación de aire fresco y el control de la temperatura en su interior. Mediante el uso de un soplador u otro dispositivo, se crea un flujo de aire que posteriormente es dirigido hacia el exterior a través de los conductos.
Existen dos tipos principales de conductos: el conducto cuadrado y el conducto redondo, cada uno con sus propias aplicaciones específicas. A continuación, se detallan los usos de cada uno de ellos:
Conductos Cuadrados
Los conductos cuadrados se utilizan en tramos rectos y curvos y se considera que tienen un mayor rendimiento de extracción que los conductos redondos. Por lo tanto, se utilizan en cocinas y otras zonas donde se necesita una gran cantidad de aire de escape.
Conductos Redondos
Los conductos redondos se consideran más resistentes y se utilizan donde se requiere durabilidad, como en complejos de viviendas y oficinas.
Principio de los Conductos
La principal diferencia radica en que los conductos están diseñados específicamente para permitir el paso del aire, mientras que las tuberías son utilizadas para transportar diversos fluidos, como agua y gases, además del aire. Además, en términos de alcance y complejidad, la canalización se refiere generalmente a proyectos de mayor envergadura, mientras que la instalación de conductos es un proceso más sencillo.
A continuación, mencionaremos los cuatro materiales principales utilizados en la fabricación de conductos:
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Galvanizado: Este es el material más comúnmente empleado y se utiliza para aplicaciones de aire acondicionado y extracción de aire.
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Acero inoxidable: El acero inoxidable ofrece una excelente resistencia a la corrosión y al óxido. Es especialmente adecuado en entornos propensos a la oxidación, como instalaciones de procesamiento de alimentos y unidades de aire acondicionado.
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Acero galvanizado: Se trata de un recubrimiento compuesto de aluminio y zinc. Presenta una excelente resistencia tanto a la corrosión como al calor y es más económico en comparación con el acero inoxidable.
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Acero recubierto de cloruro de vinilo: Este revestimiento consiste en una capa de zinc con una capa de resina. Es conocido por su alta resistencia a álcalis y productos químicos, por lo que se utiliza principalmente en entornos farmacéuticos.
Durante la instalación de los conductos, es importante tener precaución y prestar especial atención a las curvas y pendientes. Se recomienda minimizar las curvas, evitar las curvas excesivas y acortar la longitud del conducto en la medida de lo posible, ya que esto puede generar turbulencias y resistencia al flujo de aire. Asimismo, es necesario que los conductos estén ligeramente inclinados para evitar la acumulación de condensación en su interior. Dado que los conductos pueden generar ruido debido a vibraciones u otros factores, es fundamental protegerlos contra el ruido mediante el uso de materiales de refuerzo adecuados.
Salida y Entrada de Conductos
Las salidas y entradas de conductos presentan una amplia variedad de formas.
En el caso de las salidas de aire ubicadas en el techo, conocidas como difusores, son comunes en edificios de oficinas y almacenes de gran tamaño. Estas salidas están disponibles en forma redonda y cuadrada. Los difusores cuentan con una estructura transversal compuesta por múltiples alas superpuestas, lo que permite que el aire expulsado se distribuya de manera uniforme por toda la habitación.
Para las tomas de aire exterior, se utilizan principalmente las “galerías”. Estas galerías desempeñan un papel importante en la prevención de la entrada de agua de lluvia desde el exterior. Para lograrlo, su diseño incluye aletas de drenaje y retorno de agua. En entornos exteriores, se opta por materiales resistentes a la intemperie y duraderos, como el acero inoxidable. Además, se toman medidas para instalar redes de acero inoxidable que impidan el ingreso de insectos y aves.
Además de los mencionados, existen otros tipos de orificios de soplado y admisión que se utilizan según la aplicación específica. Por ejemplo, se emplean toberas para suministrar aire de manera amplia en espacios grandes como gimnasios. También se encuentran los tipos universales, los cuales presentan alas móviles acopladas para brindar mayor versatilidad en su funcionamiento.
Aspectos a Tener en Cuenta en la Instalación de Conductos
La instalación de conductos también debe realizarse con cuidado, prestando especial atención a los cuatro puntos siguientes:
1. Resistencia a las Pérdidas de los Conductos
La resistencia a las pérdidas en los conductos obstruye el flujo interno de aire produciendo mayor energía debido al aumento de la potencia de soplado del aire, por lo que los conductos deben instalarse de forma que la resistencia a las pérdidas se reduzca al máximo.
El primer paso es reducir al máximo la longitud de los conductos. Además, las salidas de impulsión y retorno, las derivaciones y los codos crean una resistencia a la pérdida significativa, que debe minimizarse en la medida de lo posible. No obstante, las conexiones poco razonables de los conductos crean una resistencia a la pérdida significativa. Por lo tanto, es importante evitar las conexiones forzadas y minimizar al máximo las distancias y las curvas y ramificaciones.
2. Condensación en Conductos
En algunos casos puede producirse condensación en los conductos. La condensación en los conductos puede provocar no sólo la corrosión de los mismos, sino también fugas e incendios si el agua entra en crisis a través de los conductos. Para evitarlo, puede preverse una pendiente para evacuar el agua de los conductos.
3. Vibraciones y Ruido en los Conductos
Una medida inicial importante es la instalación de juntas de desviación para evitar la transmisión de vibraciones de los equipos a los conductos. Además, se pueden utilizar conductos flexibles que cuenten con una estructura de fuelle en la zona de conexión. Estos no solo suprimen las vibraciones, sino que también son ideales para ubicaciones de instalación difíciles debido a su flexibilidad.
Para reducir el ruido, se puede instalar una caja insonorizadora. Estas cajas están rellenas de materiales absorbentes de sonido, como lana de roca o lana de vidrio, para proporcionar una función de absorción y amortiguación acústica. Esto ayuda a reducir tanto el ruido generado por los equipos como su transmisión a través de los conductos.
Estas medidas son efectivas para minimizar las vibraciones y el ruido en los conductos, asegurando un entorno más silencioso y confortable.